Una de las competencias más valoradas en reclutamiento es la capacidad de resolver problemas complejos de forma eficiente y rápida. Esto es como consecuencia de lo rápido que cambia el entorno y como las nuevas realidades que nos propone esta nueva era son totalmente nuevas. Los problemas y retos evidentemente también lo son. Para resolver esta situación, los equipos de trabajo deben de contar con personas altamente creativas que den solución a los diferentes problemas y impulsen la innovación tanto en procesos, relaciones, productos y servicios. Para fomentar la creatividad en el seno de tu equipo, puedes ayudarte de herramientas de creatividad aplicada para trabajar todos esos aspectos. En este post quiero presentarte una poderosa herramienta de creatividad aplicada: Los Seis Sombreros para pensar de Edward de Bono

Seis sombreros de Edward de Bono, herramienta de creatividad aplicada.

Contexto de los Seis Sombreros

En la toma de decisiones, el ser humano baraja una serie de razones lógicas, inconvenientes, ventajas, hechos, emociones e intuiciones que le llevan a tomar una determinada alternativa. Este sofisticado proceso de decisión se complica cuando ésta se tiene que tomar de manera colectiva, cuando cada individuo tira para su lado no queriendo asumir la perspectiva de los demás.

En este sentido, los Seis Sombreros nos ayuda a tener un control sobre los diferentes tipos de pensamiento que se dan en las reuniones de trabajo, haciendo más eficientes las mismas.

Objetivo de los Seis Sombreros

La herramienta de los seis sombreros tiene como objetivo reproducir los procesos que tienen lugar en nuestra mente cuando tomamos decisiones individuales y, así, ayudar a los equipos de trabajo a tomar decisiones colectivas. Es por ello que se convierte en una poderosa herramienta de trabajo en equipo para dar solución a problemas colectivos del departamento.

Cómo se aplica la metodología

Simplificando y dividiendo en fases los distintos pensamientos que participan en la toma de decisiones. En cada fase se atiende un pensamiento determinado haciendo que todos los participantes se concentren coordinadamente en el que está siendo estudiado. El objetivo es que no se mezclen las diferentes fases que representan las diferentes líneas de pensamiento. El líder de la reunión define cuando se va cambiando de fase y los integrantes del equipo se ciñen a la intención y objetivos de cada una de ellas. Dentro de la reunión, alguien debe de hacer de secretario para ir recogiendo toda la información que se va generando en cada fase. Esta recogida de datos se utilizará para confeccionar el acta de reunión.

Cada fases está definida con con un color que a su vez es representada por un sombrero y simboliza una manera específica de pensar. Estos son los diferentes fases:

  • Sombrero Verde: Es esta fase el equipo debe de expresar ideas y diferentes puntos de vista. Esta fases está asociada al pensamiento lateral.
  • Sombrero Blanco: Pensamiento objetivo. Es la hora de recabar información y describir hechos y situaciones concretas con respecto al problema a resolver.
  • Sombrero Rojo: Expresar emociones y sentimientos. No hay necesidad de exponer ni justificar el sentimiento. Cada uno debe expresar cómo se siente con respecto al problema o las diferentes ideas que han surgido en la fase del sombrero verde.
  • Sombrero Amarillo: Buscar aspectos positivos, fortalezas, ventajas y ganancias de las diferentes ideas surgidas en el sombrero verde.
  • Sombrero Negro: Evaluar las ideas generadas. Identificar las desventajas, los aspectos negativos, amenazas y la inviabilidad de las ideas anteriormente expuestas.
  • Sombrero azul: Controlar las diferentes fases. Definir los propósitos y objetivos. Definir la estrategia.

Fases:

Fase 1. Asignación de roles

Identificar y definir el contexto, situación, reto u objetivo a trabajar. Puedes usar el método Smart para formular adecuadamente el objetivo

Fase 2. Sombrero azul.

Se asignará a una persona el rol de sombrero azul. Las funciones de esta persona serán:

– Dirigir y controlar las diferentes fases.

– Recoger y apuntar las ideas que vayan apareciendo en las diferentes fases

– Moderar las conversaciones y asignar turnos de participación evitando que alguien hable fuera de turno o que alguien tenga un pensamiento que no corresponda con el sombrero que se está trabajando.

Fase 3. Sombrero blanco. Pensamiento objetivo

Objetivo: Recabar toda la información que se crea necesaria para el tema en cuestión.

Dicha información debe de ser lo más objetiva posible. Debe de estar basada en cifras y  hechos observables. Se deben de evitar juicios y creencias.

Si no se puede evitar incluir datos subjetivos, estos deben de expresarse de la siguiente manera: “desde mi punto de vista …”, “yo creo…”, “Juan piensa que …”, “desde mi forma de ver este asunto…”

El sombrero azul debe de estar atento a que los hechos sean lo más objetivos posibles pidiendo evidencias sobre lo expuesto. También debe evitar información que no sea relevante

Fase 4. Sombrero verde. Pensamiento creativo

Objetivo: Generar ideas que den solución al reto.

Es el momento de crear soluciones. Aquí se ponderará la cantidad versus la calidad. Ya habrá tiempo de juzgarlas o rechazarlas. Se pueden usar cualquier tipo de herramienta de creatividad aplicada para generar dichas ideas (mapas mentales, trabajo con imágenes, trabajo con ritmos, tormenta de ideas, asociaciones, etc…)

Las ideas deben de ser recogidas por la persona encargada, que generalmente será el sombrero azul (puede ser otra persona que ayude al sombrero azul que haga de secretario).

Todas las ideas serán tenidas en cuenta por pintorescas o locas que parezcan. No es el momento de juzgarlas. Si el sombrero azul detecta cualquier tipo de juicio, cortará inmediatamente ese pensamiento dejándolo para después para la fase del sombrero negro. Además, una idea descabellada puede dar pie a otra idea que realmente merezca la pena.

Cuando rechazamos una idea de una persona pueden ocurrir varias cosas:

– La persona se sienta juzgada y coartada no generando más ideas.

– Cortemos el proceso creativo de otras personas.

– Otras personas puedan temer ser juzgadas y dejen de expresar sus ideas.

– Evitamos la suma de ideas. Una idea puede llevar a otra

Fase 5. Sombrero rojo. Pensamiento emocional

Objetivo: Expresar emociones, intuiciones y sentimientos relativos al contexto de trabajo. Legitimar y dar visibilidad a los aspectos más irracionales sin necesidad de justificarlos.

Buscamos tener en cuenta las emociones que suscita un determinado contexto en la toma de decisiones. Identificar la intención positiva de la emoción y recabar la información que subyace detrás de la misma.

Fase 6. Sombrero amarillo. Pensamiento constructivo y positivo.

Objetivo. Identificar los beneficios, fortalezas, ventajas o ganancias del contexto de trabajo, una idea o un objetivo.

La idea debe de suponerse desde el mejor escenario posible valorando su máximo beneficio de cada una de las ideas que se han aportado en la fase del sombrero verde.

Si los beneficios no son lo suficientemente atractivos es posible que sea mejor rechazar la idea e ir a por otra.

Fase 7. Sombrero negro. Pensamiento crítico.

Objetivo: Identificar las desventajas, debilidades, aspectos negativos y situaciones que hagan inviable una idea o contexto de trabajo

Es el momento de ser precavidos. De bajar a la tierra las ideas del sombrero verde y los beneficios del sombrero amarillo. Debemos anticiparnos e identificar las posibles amenazas que hagan inviable un proyecto o idea.

Su carácter es netamente lógico y se deben justificar objetivamente las razones por las cuales se pueda desestimar una idea.

Debemos de identificar y señalar las debilidades de la propuesta y diseñar estrategias que minimice el impacto de las mismas.

Fase 8. Sombrero azul

Objetivo. Elaborar el plan de acción con toda la información recabada.

Es la hora de la estrategia. Ahora debemos definir y elaborar el plan de acción de las ideas seleccionadas. Debemos de contemplar aspectos como:

– Definir el objetivo principal (formular mediante la herramienta Smart)

– Dividir en pasos el objetivo principal.

– Temporizar y agendar cada uno de los subobjetivos

– Definir acciones concretas para cada uno de los subobjetivos

– Asignar roles, tareas y responsabilidades a cada miembro del equipo.

– Definir acciones de control y seguimiento. Agendarlas.

– Identificar recursos necesarios para cada una de las tareas. Si el recurso no se tiene, definir un plan de acción para conseguir dicho recurso.

Una vez terminada la reunión, se debe recoger en un acta los aspectos tratados en las diferentes fases. Además, debe de contemplar la hoja de ruta donde se especificará claramente: Tareas a desarrollar, responsables de cada tarea, recursos necesarios y la temporización de cada una de las tareas.

Y después … ponerse en acción. Sin acción no hay resultados.

En este post he sugerido un orden determinado. A la hora de aplicar los seis sombreros, puedes variar el orden según las circunstancias. Además puede ser un proceso cíclico. Por ejemplo, varias ideas generadas por el sombrero verde pueden ser evaluadas por cada uno de los sombreros para ver la viabilidad de  las mismas.

Espero que este post te motive a tener reuniones más innovadoras y eficientes que te ayuden a generar nuevas ideas a viejos problemas. Espero tus comentarios y experiencias. Gracias por leernos.

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