Hablar en público es actividad preciosa. Me emociono cuando veo en otros o en mí mismo, una profunda conexión entre el orador y el público. Me encanta ver como todo fluye, observar como el conferenciante logra influir y enamorar a su audiencia y como ésta, se emociona y muestra interés por todo lo que él dice. Pero … no siempre esto es así.
En ocasiones, el público no es tan idílico como aquí comento. Hay veces donde nos tocará lidiar con un auditorio difícil de tratar, un público difícil y hostil, que no siempre estará de acuerdo con nuestros puntos de vista y que se empeñará en contradecirnos y hacernos muy difícil nuestra presentación. Otras veces, simplemente lo que contamos, no les interesa ¿cómo actuar entonces?
Pautas para la gestión de públicos hostiles y difíciles
Conozoca a los asistentes.
Antes de diseñar su presentación, indague sobre el perfil de los asistentes, investigue sus intereses y motivaciones. Será también importante que conozca su edad, escala social, formas de hablar y jergas, nivel de estudios, profesiones, etc…. Adapte todo lo posible su exposición al perfil de su público.
Prepare todas las posibles preguntas.
Algunas personas temen afrontar las preguntas de los asistentes a sus charlas. Es un escenario totalmente imprevisible que provoca mucho estrés. Ante este contexto, queda muy mermada su capacidad de pensar, dificultando la posibilidad de salir airoso de esa situación. Para gestionar adecuadamente estas retadoras situaciones le puede venir bien estos consejos:
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- Elimine toda incertidumbre posible. Para ello recopile todas las posibles preguntas que crea le puedan hacer. Investigue y dé respuesta a dichas preguntas. Con ello, no solo reducirá el nivel de incertidumbre y estrés ante este contexto, además le ayudará a preparar de mejor manera el contenido de su exposición, enriqueciéndolo con nueva información relevante.
- Observe las preguntas como una gran oportunidad de ayudar y satisfacer las necesidades de su público. Esto le ayudará a quitar carga emocional a la situación.
- Elimine de sus pensamientos la idea de que las personas preguntan para examinarle o ponerle a prueba. Nada más lejos de la realidad. Las personas suelen preguntar para satisfacer dudas o necesidades que surgen al escuchar su presentación.
- Improvise aquello que no ha preparado. Seguro que su experiencia le ayudará. Puede también leer estos consejos sobre como improvisar un buen discurso (clic aquí)
Gestione y regule su estado emocional.
No pierda la calma. Antes de responder, respire y piense bien cada respuesta. Responda con calma y asertividad, evitando en todo momento juzgar a la persona que le ha puesto las cosas difíciles. En ocasiones, a mí me ayuda mirar ciertas caras amigables de entre todos los asistentes antes de contestar. Puede leer también estos consejos sobre cómo mantener a raya el miedo escénico. (clic aquí)
Orden del día
Una forma muy eficiente de empezar a gestionar relación con su público es explicar todo lo que va a realizar durante la exposición. También es útil que aclare algunas de las expectativas y necesidades que tiene intención de satisfacer.
Ahora es un buen momento para informar que cualquier duda o pregunta será aclarada al final de la exposición. Así, en función de que le interese o no, podrá posponer la respuesta cuando haya terminado su charla. Con suerte, es posible que muchas de esas preguntas difíciles hayan sido aclaradas durante su exposición o simplemente se hayan olvidado. Si no es así, ahora más relajado y después de haber terminado su conferencia, podrá dar respuesta a algunas de dichas preguntas.
Gestione las interrupciones.
Cada vez que sea interrumpido, recuerde al auditorio que al final habrá un espacio para atender dichas demandas. Informe que por el bien de todos, es mejor gestionar dichas interrupciones en ese bloque. Así tendrá tiempo de exponer todo aquello que ha preparado y gestionar estas situaciones al final del evento.
Disfrute.
Ponga intención en ayudar a las persona que tiene delante. Hable de todo aquello que le apasione. La pasión desactivará muchas de las malas intenciones de algunas personas que se encuentran entre el público.
A modo de resumen, detallamos todo lo expuesto para la gestión de públicos difíciles y hostiles
- Preparación. Tanto el contenido como las posibles preguntas
- Conocimiento del su audiencia. Adapte el discurso a su público
- Regulación emocional y gestión del miedo escénico
- Aclaración del orden del día
- Diseñe espacios para dar respuesta a sus audiencia
- Disfrute. Usted quiere enseñar y su público quiere aprender, si no ¿por qué querrán invertir su valioso tiempo con usted?
Espero que estos consejos le ayuden a salir airoso de estas embarazosas situaciones y que se relaciones de mejor manera con públicos difíciles y hostiles. También le puede ayudar estas claves sobre cómo preparar una buena conferancia (clic aquí). Seguro que conoce algún otro consejo que pueda enriquecer más este post. Estaré encantado de recogerlo a través de sus comentarios.