Improvisar un buen discurso puede ser algo traumático o, por el contrario, puede convertirse en una gran experiencia. Mediante este post queremos ofrecerle algunas claves para que aprenda a improvisar y disfrute haciéndolo.
Decía Mark Twain: Normalmente me lleva más de tres semanas preparar un buen discurso improvisado.
Creo que esta genial frase resume la esencia de una buena improvisación … la preparación.
Por definición, la improvisación es hacer una cosa sin tenerla prevista o haberla preparado antes y sin que el entorno lo espere. En nuestro contexto, la podemos definir como una forma de actuación espontánea sin un guión previo. Pero, muy contrario de lo que se cree, improvisar es el arte de hablar sin guión pero con un conocimiento profundo de lo que se habla que previamente, de una forma u otra, se ha adquirido o entrenado. La improvisación está íntimamente relacionada con la argumentación, y exige una preparación previa orientada a temas determinados.
La improvisación puede ser percibida por muchos como una situación traumática y estresante. Y realmente puede ser así en su comienzos. Recuerdo que en mis primeros pasos como conferenciante odiaba el turno de preguntas. Lo vivía con mucho miedo y nerviosismo. Hoy, casi puedo decir que es la parte con la que más disfruto. Me anima a retarme y a reflexionar sobre situaciones y contextos de los que no había pensado anteriormente. Esto me enriquece y me desarrolla tanto personal como profesionalmente.
Dicho todo esto tengo una buena noticia para usted: todos, aunque no lo creamos, somos grandes improvisadores. En nuestro día a día estamos improvisando permanente mientras hacemos, decimos o mostramos todo aquello que hemos ido aprendiendo e integrando a lo largo de los años. Ahora toca hacer consciente todo ese proceso que usted ya hace de forma no consciente y replicarlo con maestría.
11 Claves para improvisar un buen discurso
- Clave 01. La preparación. La más importante de todas ellas. Para improvisar hay que estar preparado. El objetivo radica en parecer que se está improvisando cuando en realidad lo que se está haciendo es argumentar desde un conocimiento previo que se ha adquirido de diferentes formas (experiencia, modelado de otras personas, estudio, preparación, etc … ). No se puede hablar de lo que no se conoce. Es este post recogemos algunas claves para preparar una charla
- Clave 02. Respire y relájese. Estar libre y suelto le ayudará a ordenar de mejor manera las ideas que tiene que improvisar. Antes de ni siquiera pensar lo que va a decir, respire profundamente. Regule su estado emocional. Todo aquello que no es esperado producirá estrés en su organismo mermando significativamente su capacidad de pensar. Recuperar el estado y liberarse de ese estrés es clave para ofrecer una buena respuesta improvisada. En este post puede ver algunos efectos negativos del estrés en oratoria
- Clave 03. Tómeselo con calma. Ante una situación no esperada como puede ser una pregunta comprometida es clave reflexionar antes de contestar. Es preferible tomarse unos segundos que responder inmediatamente sin un criterio definido. Esto le ayudará elegir entre las posibles respuestas y dar estructura y orden a las ideas antes de verbalizarlas. Para la persona que está hablando tomarse algunos segundos antes de contestar puede parecer una eternidad. Sin embargo, para la persona que nos escucha proyectamos la imagen de una persona reflexiva y calmada. Preparé algunas coletillas que le sirvan para empezar cualquier discurso como por ejemplo: «lo que creo sobre este tema concreto …», «la verdad es que es una interesante reflexión …»…
- Clave 04. Organice sus ideas. Antes de contestar ponga intención a su discurso. Elija bien su idea central antes de contestar. Ahora prepare y organice mentalmente la estructura de su exposición: ¿cómo va empezar?,¿cuál es la idea central?, ¿cómo va a terminar?.
Un recurso realmente beneficioso para el comienzo de un discurso improvisado, es relacionarlo con una metáfora o anécdota (experiencia vital propia, un cuento, experiencia de otras personas, estudios de investigación, una lectura reciente, una cita o refrán, etc …). Al hacerlo así conseguirá varios efectos: por una parte, al conocer la anécdota en cuestión la comunicará de una manera más relajada y pausada y esto le ayudará a reducir el nivel tensional. Por otra parte, bajará la resistencia del interlocutor (las historias no se suelen juzgar y son procesadas a un nivel más inconsciente). Por último, mientras narra su historia irá conectando con otras ideas que le ayudarán a seguir argumentado la idea central.
En muchas ocasiones yo empiezo un discurso improvisado diciendo: “esto me recuerda a una frase que una vez leí en …. (cito la frase, la conecto con el discurso y ordeno y argumento desde ahí. Curiosamente, así he empezado este discurso)
- Clave 05. Parafrasea al interlocutor. Repita con palabras diferentes las pregunta o discurso de su interlocutor. Está técnica le ofrece varias ventajas. Por un lado, le ayudará a tomar más tiempo antes de dar su respuesta sin parecer que la está pensando. Por otro lado, le puede ayudar a entender el discurso que debe de abordar. Por último, también le servirá como proceso de aclaración a la situación planteada: si no ha entendido bien a su interlocutor, se notará en la paráfrasis y obligará a éste a explicarse de mejor manera (esto también le dará más tiempo para preparar su discurso improvisado).
- Clave 06. No se salga del tema. La idea central de su exposición debe de estar reflejada en todo el desarrollo del discurso. No deambule con ideas que no suman a su idea central. Si lo hace, provocará que se pierda en su propio discurso y desoriente a sus interlocutores.
- Clave 07. Refuerce su punto de vista. Apuntille con datos, estudios y experiencias reales la idea central de su discurso. Esto le dará una mayor credibilidad y confianza.
- Clave 08. Use el humor como recurso. Empezar con un chiste o una anécdota graciosa romperá el hielo, ayudándole a relajar tanto a su público como a usted mismo.
- Clave 09. Use cualquier elemento de apoyo. Si es posible exprese sus ideas en un soporte gráfico como puede ser una pizarra o un rotafolios. Los medios visuales facilitan la comprensión del discurso y evita que los ojos del público se enfoquen únicamente en usted.
- Clave 10. Use un adecuado lenguaje no verbal. Evite esconder las manos (usar las manos para describir lo que está diciendo le ayudará con esta situación), eche los hombros hacia atrás, mire a toda la audiencia y sobre todo … ¡relájese!)
- Clave 11. Por último … ¡practique y vuelva a practicar ¡ Sin duda lo que realmente le dará maestría a la hora de improvisar es hacerlo siempre que pueda. Aproveche cualquier ocasión para hacerlo: reuniones de trabajo, reuniones de vecinos, eventos sociales, eventos de networking, reuniones profesionales, formaciones….
En la medida que se exponga más y más a estas situaciones ganará soltura y confianza en sí mismo. Y esta es la clave de cualquier discurso improvisado.
Espero que los consejos que aquí he expuesto le puedan ayudar a preparar su próxima intervención pública y a improvisar aquellas situaciones que no espera en ella. Seguro que tiene más consejos que puedan ayudar a preparar un discurso improvisado. Espero gustoso que los comparta en los comentarios. ¡Feliz improvisación¡