Como vimos en un post anterior, la asertividad es la capacidad de expresar nuestras opiniones, sentimientos o ideas con franqueza, claridad y respeto hacia los demás con la intención de informar y no dañar ni menospreciar las opiniones de los otros. Para ampliar el concepto también podemos definir la asertividad como una forma de expresión consciente, congruente, directa y equilibrada, cuya finalidad es comunicar nuestras ideas y sentimientos o defender nuestros legítimos derechos sin la intención de herir o perjudicar, actuando desde un estado interior de autoconfianza.

También en ese post llegamos a la conclusión de que no siempre es fácil comunicarnos de manera asertiva. Puedes leer todo el contenido de ese post haciendo clic aquí.

Para facilitar el proceso, quiero ofrecerte un patrón de comunicación asertiva que seguro te será muy útil. Este patrón está especialmente recomendado en situaciones donde han sido transgredidos algún o algunos límites que son importantes para nosotros. La emoción «ira» es la que te servirá de mensajero ante estas situaciones. Estate atento a dicha emoción. (clic aquí para saber más sobre la ira)

Y ahora vamos con el patrón:

Paso 1. Generación del contexto.

Identifica en qué situación deseas comunicarte de forma asertiva. Antes de iniciar la conversación diferencia los hechos de los juicios u opiniones. Pon en una lista los hechos y en otra las opiniones.

Un ejemplo:

He quedado con Luis a las 21:30. Él llega a las 21:50.

– Hechos: Ha llegado 20 minutos tarde. Hemos quedado a las 21:30.
– Juicios u opiniones: Luis es un impuntual. Luis no me respeta.

Paso 2. Comunicación

Comunica al interlocutor los hechos (siempre que sea posible) o las opiniones (cuando no se puede expresar con hechos) del contexto.

Ejemplos de hechos:

– Cuando llegas tarde ….
– Cuando me dijiste “tal cosa” …
– Cuando tú haces “tal cosa” …

Si no puedo expresar la situación con hechos empezaré las frases de la siguiente manera, ya que son opiniones:

– En mi opinión …
– Desde mi punto de vista …
– Opino que …
– Creo que …

Paso 3. Comunicar la emoción que me genera el contexto

No se trata de hacer sentir culpable al interlocutor, simplemente intentamos informarle del impacto emocional de su conducta. Es posible que el interlocutor ni siquiera sea consciente de este impacto.

Ejemplo:

– Esto me hace sentir …
– Me siento …

Paso 4. Poner en valor la relación

Este paso es importante para hacer entender al interlocutor que la intención es mejorar la relación entre ambos y no regañarle ni menospreciarle.

Ejemplo:

– Como nuestra amistad me importa …
– Esta situación me preocupa …
– Creo que sería bueno para los dos si …

Paso 5. Pedido efectivo

En este paso lanzaremos la petición que desde nuestro punto de vista solucionaría a la situación.

Ejemplo:

Por ello te pido …

Paso 6. Indagación del punto de vista del interlocutor.

Nuestra visión de la realidad no es la realidad. El mapa no es el territorio. El objetivo de este paso es empatizar y conocer cuál es el punto de vista de nuestro interlocutor. Seguro que él tiene alguna perspectiva que a nosotros se nos ha escapado o no hemos tenido en cuenta. Es el momento de conocerla.

Ejemplo:

– ¿Qué observas tú de la situación?
– ¿Cómo lo ves tú?
– ¿Cuál es tu punto de vista?

Paso 7. Indagación de la emoción

De la misma manera y para empatizar de mejor manera sería importante conocer cómo se siente el interlocutor ante dicha situación una vez que le hemos comunicado nuestro punto de vista.

Ejemplo:

– ¿Cómo te sientes?
– ¿Cómo te hace sentir esto?

Paso 8.- Pedido

De la misma manera sería bueno saber que pide él para resolver la situación ahora que ambos tenemos más detalles de la misma. Al fin y al cabo muchas relaciones humanas se basan en el equilibro entre dar y recibir.

Ejemplo:

– ¿Qué me pides?
– ¿Qué quieres que haga yo?

Con la petición se llegaría a un acuerdo que hará mejorar la relación entre ambos. Si la petición es desmesurada puedes volver a empezar el patrón desde el punto uno hasta llegar a un consenso.

Veamos un ejemplo completo a partir de la anterior situación de Luis:

– Yo: Luis, cuando llegas tarde como hoy, que te has retrasado veinte minutos, (observa que no juzgo a Luis, simplemente muestro los hechos, por lo tanto él no tiene por qué sentirse juzgado) me haces sentir fatal. Siento que he perdido veinte minutos de mi vida y eso me entristece. Quiero informarte que para mí el tiempo es importante (de nuevo observa como en ningún momento he juzgado a Luis).

– Yo: Nuestra relación me importa. Somos amigos desde pequeños y quiero seguir quedando contigo. Disfruto mucho cuando lo hago (pongo en valor la relación). Por eso te pido que para que no me sienta así y podamos ambos disfrutar vengas a la hora que hemos quedado.

-Yo: ¿Qué opinas tú?¿Cómo te sientes?¿Qué me pides?

– Luis: Tienes razón pero tengo muchas cosas que hacer, estoy pasando una época muy estresante. Estoy algo agobiado y siento que no llego a todo. Por eso te pido un poco de comprensión en estas fechas. Yo llegaré antes pero te pido al menos diez minutos de margen. Respetaré esos diez minutos. También te pido que en estas fechas quedemos menos. A mí también me importa nuestra relación y no quiero que te sientas así.

– Yo: Perfecto Luis. Esperaré sin enfadarme diez minutos y comprendo que ahora quieras quedar menos. Gracias por escucharme.

Espero que el patrón os sea útil. Yo lo he puesto en práctica y me ha funcionado en la mayoría de las veces. En aquellas situaciones en las que no me ha funcionado, al menos me ha dado información de cuánto es de importante la relación con el interlocutor ¿Qué opinas tú? Espero tus comentarios.

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